domingo, 3 de enero de 2016

"A la caza de la materia oscura ..."



Los científicos de Novosibirsk en Rusia, están desarrollando un detector experimental para hallar materia oscura, informa 'Rossíiskaya gazeta'. Para la búsqueda de la materia oscura se requieren minas oscuras con baja radiación natural de fondo. Por esa razón los investigadores van a intentar hallar la materia invisible en la Tierra en una cueva bajo la montaña Gran Sasso en Italia.
El detector criogénico bifásico que los físicos van a instalar en la cueva está siendo desarrollado sobre la base de los gases nobles licuados, argón y xenón. 
La materia oscura es una forma hipotética de materia que no emite radiación electromagnética y no interactúa directamente con ésta, lo que hace que sea imposible su observación. La revelación de la naturaleza de la materia oscura ayudaría a resolver el problema de la masa oculta. 
Se han planteado muchas hipótesis para explicar el origen de ésta masa faltante u oculta, para explicar el origen constituye el tema como uno de los principales enigmas de la cosmología. 
La hipótesis de que la masa real de las galaxias es alrededor de 10 veces superior a la que revela la observación directa, y que ésta masa invisible (oculta) está distribuida de manera homogénea por todo el halo de cada galaxia.
Podría tratarse de estrellas frías o enanas marrones porque no tienen masa suficiente para encenderse (enanas marrones) por falta de radiación de calor pueden hacer que sean difíciles de detectar o porque se extinguieron hace mucho tiempo (estrellas supergigantes convertidas en agujeros negros).
Suponiendo que los neutrinos tienen masa aunque sea muy débil, podría estar contribuyendo a la masa faltante, debido a su número extremadamente elevado. Se comprobó que la masa “observada” (la de las partes visibles) es muy insuficiente para explicar los movimientos medidos, sea la velocidad de rotación de los brazos de una galaxia espiral o la velocidad de desplazamiento de las galaxias en el interior de un cúmulo.
La física de partículas permite suponer la existencia de partículas masivas aún no detectadas porque interactúan de manera muy débil con la materia. Cada una de éstas hipótesis ha generado programas activos de investigación, aunque por el momento ninguno ha producido resultados definitivos. 


En 1984 por primera vez se hizo una hipótesis sobre Tique, el noveno planeta que se le conoció como Némesis, y que probablemente estará formado por hidrógeno y helio y tiene manchas de colores, bandas y nubes como Júpiter. una estrella compañera oscura al sol. Desde entonces ha sido el tema de la investigación astronómica y el debate.

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